Desde que dices que estás embarazada la pregunta del millón es: ¿Qué quieres que sea? o ¿Tú que prefieres? a lo que la mayoría de premamás y prepapás contestan: me da igual, mientras venga sano, fuerte y bien.
Pues bien, a mi no me daba igual, y si, me he sentido bicho raro por decir lo que prefería.
Toda la vida he querido tener un niño varón, pero ha sido quedarme embarazada y querer una nena a toda costa. Si era niño, Gonzalo, y si era niña Candela. En casa, nos referíamos al bebé según los gustos: Mi novio y mi hermana querían niño, así que le llamaban Gonzalo; yo quería Candela, así que era Candela; y mi padre...el decía que era Alvarito así que... jajajaja.
Llegó el día esperado de la visita a la matrona, la verdad que cada visita la esperamos como si fuera agua de mayo para poder ver al bebé y que nos digan que todo va estupendamente. Ese día mi novio y yo hicimos apuestas: el, niño; yo, niña.
Llegamos a la consulta y todo perfecto, el bebé estaba bien, escuchamos su corazón, le vimos y si. Lo vi claramente, aunque tuve que preguntarlo: ¿Se ve lo que es? (a todo esto mi cara empezó a cambiar de color) - No quiero decirlo con seguridad pero creo que es niño- dijo la matrona. ¿Crees? Le estoy viendo los huevitos por favor!- Esa fue la contestación que me salió del alma. Y si, se los vi. Y mi novio estaba eufórico. ¿Y yo? Yo me levanté de la camilla, me limpié la barriga, me despedí y me fui de la consulta con mil demonios encima. No hablé en el trayecto de vuelta a casa, y al llegar no pude contener las lágrimas. Un niño. Yo quería una princesa y traigo al sapito. Un niño. Yo no sé cosas de niños, no se qué dibujos ven los niños... Se jugar a princesas, cocinillas, barbies...no al balón todo el día! Por no hablar de ir de compras y ver una estantería de niño y 500 de niña. SOCORRO.
De golpe y porrazo el mundo fantástico de princesas que me había imaginado se me había venido abajo. Y no podía dejar de llorar ni articular palabra.Me iba a estallar la cabeza y solo quería estar sola. Nada ni nadie me ayudaba con sus apoyos. Yo quería a mi niña. Total que pasé el día tirada en el sofá, enroscada en una manta, y sin poder moverme.
Al día siguiente todo parecía de otro color. ¿Qué mas me da niño que niña? (pienso ir a por Candela). Voy a tener un bebé. Un precioso bebé que va a ser la alegría de mi vida. Que está hecho de amor, de besos y abrazos ¿puede haber algo más bonito que un bebé hecho con esos ingredientes tan mágicos?
Mi bebé. Un pequeño.
En la siguiente ecografía nos confirmaron que era niño, y no pude salir más contenta de allí.
Estoy deseando tener a Gonzalo entre mis brazos y no dejar de mirarle ni un segundo.
¿Cómo reaccionasteis cuando os dijeron el sexo del bebé?
Besitos y abrazos
XoXo
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