Con la llegada de Gon, todo han sido cambios en casa: cambio de rutinas, cambio de horarios, cambio a la hora de los paseos... ser uno más en la familia se nota, y Cova también lo ha notado.
Cova es nuestra perrita, una bulldog francés un poquito mimada. Es la niña de la casa y ahora es la hermana mayor. Como ya os conté en otra entrada, Cova llegó a nuestra casa cuando nos enteramos de que íbamos a ser papás; por lo que ha pasado con nosotros todo el embarazo y los nervios que ello conllevan. La hemos hecho participe absolutamente de todo: oliendo la ropa del bebé, estando a nuestro lado mientras organizamos su habitación, dejándola dormir en la barriga para que notase a su futuro hermanito humano... y cuando llegó el bebé no pudo ponerse mas contenta. Aun así, como cualquier hermano mayor que "sufre" la llegada de un bebé, está un poco celosilla y hace cosas que jamás ha hecho: romper cosas, comerse nuestra comida cuando nos descuidamos, quitarle al bebé sus juguetes... pero sigue siendo la perrita mas buena del mundo.
En cuanto al trato con Gon, se muere de ganas por jugar con el, le trata con un mimo increíble y le llena de besitos en cuanto puede. Por su parte, Gon no le quita ojo y aprovecha cualquier momento para tocarla o darle alguna que otro pellizco.
¡Creo que Gon no puede tener mejor compañera de juegos y aventuras!
Y vosotros, ¿tenéis mascotas? ¿Cómo han pasado la llegada de un nuevo miembro de la familia? ¿Creeis que son buenos para los niños?
Besitos y abrazos
XoXo
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